martes, 27 de enero de 2009

La gran preocupación de la banca.

La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito a particulares y empresas subió en noviembre hasta el 3,118%, la tasa más alta desde octubre de 1997, cuando se situó en el 3,18%, según datos del Banco de España.
Dicha tasa, se ha incrementado exponencialmente, en los últimos años debido sin duda a la subida de los tipos de interés y últimamente por la grave crisis económica que asola al mundo entero y por partida doble a nuestro país.
Pero, ¿en qué medida acusan los bancos y cajas de ahorro dicho incremento?
Sin duda las entidades de crédito acusan esta subida, la cual se verá reflejada en la cuenta de resultados de los mismos, pero, por obligación del Banco de España se verán obligados a realizar mayores provisiones especificas para cubrir impagos, a mayores de los que ya tenían provisionados hasta ahora.
A mi juicio, las entidades de crédito, no podrían alegar que el incremento de dicha tasa de morosidad les llega sin aviso, pues ¿hasta cuándo pensaban que la situación, que , entre otros ellos mismos estaban provocando, iba a ser sostenible?. Nunca podría ser sostenible la burbuja que ellos estaban insuflando, mes a mes, pues la concesión sobretodo, de préstamos hipotecarios, para comprar viviendas las cuales ahora se están demostrando que estaban sobrevaloradas, y por tanto la concesión de los préstamos hipotecarios, que tienen como garantía, la propia vivienda, estaban inflados, es decir, se estaban dando prestamos por encima del 100% del valor tasado de la vivienda. Además de dárselos a muchos particulares los cuales, se iban a ver ahogados por las cuotas de dichos préstamos si se producía una subida de los tipos de interes. Bien pues esa situación ha llegado, dichos particulares, no han podido hacer frente a las cuotas, y se producen los impagos, ya no solo de los prestamos de la vivienda sino también de los préstamos al consumo, de la tarjetas de crédito etc.
Pero no son los particulares los únicos afectados, ahí están los promotores y constructores, los cuales acostumbrados a que el grifo de las entidades estuviese abierto casi que sin fin, se han visto atropellados, ya no solo por la crisis financiera mundial, sino también por la crisis inmobiliaria que afecta de manera estructural a nuestra economía. Son estos agentes, los que construyendo sin fin, y cada vez más caro, incrementan mayormente la tasa de morosidad, ahí tenemos el caso de Martinsa-Fadesa, cuya quiebra ha afectado por si solo a numerosas entidades de crédito españolas, pues no ha podido hacer frente a los créditos contraídas con ellas debido a los crisis.
Pero este sólo uno de los casos más sonados, por la magnitud, del gigante caído, pero son muchos otros no tan grandes, del mismo sector que están viendo se en dificultades, y personalmente creo que es la caída de estos agentes lo que está impulsando la tasa de morosidad.

FELIPE SEOANE FERREIRO

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