lunes, 5 de enero de 2009

La amenaza de la deflación:

La crisis económica-financiera en la que nos hayamos inmersos, puede traer consigo otra fatídica consecuencia para la economía española: La deflación.

Esta crisis en general, y la caída del precio del petróleo y en menor medida de los alimentos en particular, ha iniciado una espiral de fatídicos acontecimientos, para los cuales es muy difícil establecer medidas para su solución.
La espiral se inicia con la caída de los precios, ante esta caída, los consumidores posponen su consumo con la expectativa de una mayor bajada de los precios y con ello se reducen las ventas y la facturación. Como consecuencia del descenso de la facturación, las empresas no obtendrían los ingresos necesarios para cubrir los costes fijos de su actividad, lo que les llevaría a tener que tomar medidas como pueden ser, el recorte en el número de empleados en plantilla, la reducción de la inversión, o en el peor de los casos, el cese de la actividad. Todo esto, provocaría un aumento de los despidos y consecuentemente del paro, lo que conllevaría a un descenso del consumo de las familias y a un aumento del ahorro. Para intentar combatir la disminución del consumo se producirían consecutivos descensos en los precios para incentivar este consumo… acentuándose cada vez más la espiral de la deflación.

Por todo esto, es necesario establecer una serie de medidas gubernamentales para evitar esta situación. Sin embargo, las medidas que puede desarrollar el gobierno son muy limitadas y no es del todo seguro que lleguen a tiempo para evitar las tendencias depresivas que conlleva el proceso deflacionista. Entre las principales medidas que se manejan para solventar esta situación destaca por un lado, políticas monetarias como pueden ser el incremento de la inversión y el gasto público, y por otro lado, políticas fiscales a través de una reducción de la presión fiscal mediante una bajada de los principales impuestos, especialmente de las rentas más bajas. Sin olvidarnos que todas estas medidas deben de ir acompañadas de una disminución de los tipos de interés.

No cabe duda de que estas medidas provocaran que el déficit público se dispare, pero es algo necesario para conseguir reactivar el consumo y con ello la economía española.
ENRIQUE TOMÁS GARCÍA MORO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que acabo de leer es la realidad futura, y a un plazo no muy largo donde nos tendrenos que enfrentar a esta situación de consecuencias imprevisibles:conocemos de otras crisis que han existido a lo largo de la historia pero esta es la más mortifera ya que mo se sabe como y cuando desaparecerá tomense las medidas que se tomen habrá que sufrir mucho y veremos a mi modo de ver grandes pobrezas y hambre si Dios no lo remedia, esto se ha convertido en modelo de GUERRA economica y estoy totalmente de acuerdo con este magnifico articulo publicado por LA ESCUELA DE FINANZAS-