jueves, 29 de enero de 2009

Show Me the Money

Aunque no os lo creáis, ser moroso en España ya no está mal visto, ¡sobre todo si eres empresa!. Apareces en los grandes números de la economía y además, entras en el vagón de los grandes (y eso…MOLA!).

El retraso en el pago de las facturas en Europa, genera una deuda de 90.000 millones de euros. Los españoles tenemos uno de los peores hábitos de pago de la UE. El 90% de las empresas sufre retrasos en los cobros o tiene problemas financieros derivados de la morosidad. De media se tardan 92 días en realizar el pago en una operación comercial. Si es que ya lo decía el argentino aquel de la TDT!!: “a los españoles siempre nos pilla el toro”.

Según datos del Banco de España, la morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito a particulares y empresas subió en noviembre hasta el 3,118%, la tasa más alta desde octubre de 1997, cuando se situó en el 3,18%.

Sus principales causas se encuentran en las dificultades que atraviesan las promotoras e inmobiliarias, el alza del paro y la subida del Euríbor, ya que todavía no se ha trasladado a los créditos el descenso de este indicador de diciembre, el más importante desde 2005.

En otras palabras, un enfriamiento de la actividad económica, como el actual, es determinante para que las empresas utilicen una dilatación de los plazos de pago como un elemento sustitutivo del crédito bancario. Pero existen coyunturalmente otras causas que ayudan al incremento de la mora, como la actitud de algunas grandes empresas de prolongar deliberadamente los plazos de pago aprovechando una posición dominante. Otro factor es el cultural, por el que pagar tarde y mal se ha convertido en un comportamiento generalizado.

Por tanto, la morosidad no se encuentra solo en las entidades financieras y en sus impagos. La morosidad es un modo de vida. Y si no, que se lo digan al arrendatario de un inmueble!, porque ante todo….la ley es la ley…..y se las trae!!.

Pongo un ejemplo: “Me roban el coche. La Policía sabe que es mío, pero no detienen al ladrón. Debo seguir un procedimiento judicial de meses para demostrar que es mío. Mientras tanto, la ley me obliga a pagar gasolina, seguro, repuestos, mantenimiento, etc. Tras 6 meses, el juez dicta que es mío y que me lo devuelvan, por lo que el que me lo sustrajo me lo destroza y yo tengo que arreglarlo. El ladrón de coches se va sin ningún cargo: es insolvente. ¿Surrealista? No. Donde digo ‘coche' poned ‘casa de alquiler', y donde ‘ladrón de coches', poned ‘moroso'. ¿No es lo mismo? Pues no, es peor, pues los coches particulares no se alquilan, y mientras el moroso disfruta del piso, me priva de una renta que puede ser mi fuente de ingresos.

El problema quizás reside en cómo poner freno a esto. Si bien es cierto que una recuperación de la demanda vía recobro de la confianza del consumidor y aumento del consumo, producción y empleo es un ajuste idílico para esta situación, también debemos recapacitar en que la mora también atrae empleo en un sector que podemos encasillar como de totalmente “anti-crisis”. Reformulemos pues un viejo dicho: “no hay bien que por mal no venga”. Os dejo este video que explica muy bien este BooM de los “pingüinos cazadores”:


Enlace al Video.

FELIPE ABAD ABAD

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