miércoles, 7 de enero de 2009

El Boom Inmobiliario, el Boom de de la Morosidad.

La tasa de morosidad es un índice que nos indica el volumen de créditos y préstamos impagados con respecto al total. Técnicamente se considera que una persona (ya sea física o jurídica) es morosa si no abona las cuotas correspondientes de sus créditos durante más de tres meses seguidos.
Esta tasa es publicada por el Banco de España y es calculada a través del coeficiente entre el importe total de créditos y préstamos concedidos en un tiempo determinado y lo que queda por pagar de estos, después de que el cliente no haya abonado ninguna cuota durante los tres meses.
Las entidades para hacer frente a los activos dudosos tienen que realizar una serie de provisiones: las específicas, que son las que tienen por objeto cubrir los activos dudosos, las generales, que son un porcentaje fijo que los bancos tienen que guardar con respecto a los créditos que otorgan y las estadísticas, que cubren las pérdidas esperadas de la cartera no dudosa para contrarrestar el impacto de otras coberturas.
La tasa de morosidad registrada hasta octubre (2,837%) es el triple que hace un año y supone un nivel que no se alcanzaba desde 1997.
Las cajas de ahorro están a la cabeza, en octubre situaron su tasa de mora en el 3,31% cuatro veces por encima de la que marcaron el año pasado. Esto es consecuencia de las quiebras inmobiliarias de los últimos meses, ya que estas son sus principales acreedoras.
Por su parte, los bancos también se encuentran en máximos históricos y cerraron octubre en el 2,351%, nivel que no registraban desde noviembre de 2007.
El Banco de España advirtió que la morosidad continuará creciendo e incidirá en la cuenta de resultados de los bancos y cajas, obligándolos a realizar mayores provisiones específicas para cubrir los impagos, por lo que estos se verán obligados a mejorar su eficiencia de costes con el aprovechamiento de las economías de escala.
La Asociación Hipotecaria Española también destacó el incremento de los impagos en los créditos para la adquisición de viviendas, esta morosidad hipotecaria alcanzó el 1,82% lo que supone triplicar la morosidad registrada hace un año.
La crisis inmobiliaria en la que nos encontramos está muy ligada con el espectacular incremento de la tasa de morosidad, una vez salgamos de esta crisis, ¿volverán los bancos a “regalar” el dinero a los promotores inmobiliarios, o se lo pensarán dos veces?
La principal consecuencia del incremento de la morosidad para el consumidor es que los bancos son mucho más exigentes a la hora de conceder un crédito y para la entidad es que verá alterada su cuenta de resultados ya que disminuyen los beneficios o aumentan las pérdidas como consecuencia de las provisiones.

Gonzalo Pérez Llano

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