miércoles, 28 de enero de 2009

Se cumplen las malas expectativas

Hace unos meses, en octubre de 2008, para tratar de entender cuál sería el impacto de los rescates bancarios en la economía, hacía un pequeño análisis de la situación crediticia en España.
El sistema financiero español aparecía como bien capitalizado, eficiente y regulado, debido en buena parte a que estaba basado en la banca tradicional. Se producía una coincidencia de la caída del sistema financiero estadounidense con el desplome del sector inmobiliario, lo que agravaba la dificultad para conseguir liquidez y su traducción como reducción de préstamos a empresas y hogares.
Desafortunadamente, se han ido cumpliendo las expectativas anunciadas hace meses de disminución de renta disponible en los hogares, hundimiento del consumo y desplome de la economía española y con ello la pérdida de miles de empresas y expectativas de que la tasa de paro se incrementaría cada vez más.
Era necesario que las medidas acordadas en el plan de rescate bancario ayudasen a solucionar los problemas de crédito, las familias y las pymes deberían haber sido beneficiarios de las inyecciones masivas de liquidez pero es algo que no ha llegado a suceder.
Las tasas de morosidad de bancos y cajas han aumentado con fuerza en los últimos meses, provocando aún mayor dificultad al acceso de créditos y las especulaciones sobre fusiones y restructuraciones bancarias ya no lo son tanto.
Haciendo un mayor análisis de la morosidad en el sector financiero, dentro de la banca tradicional, son las cajas de ahorros las que mantienen un nivel de activos dudosos más altos, debido fundamentalmente a su orientación de negocio hacia los promotores inmobiliarios en mayor medida que los bancos. Pero la situación para las cooperativas de crédito y los bancos tampoco es muy halagüeña y sus tasas de morosidad se han visto triplicadas en los últimos meses. En el caso de los establecimientos financieros de crédito, si bien su tasa también ha tenido un incremento notorio, a base de congelar préstamos están consiguiendo frenar la morosidad
La consultora Oliver Wyman recalca que junto a España, Reino Unido e Irlanda son los países europeos que se verán especialmente afectados por el aumento de la tasa de impago, sobre todo en las áreas de crédito al consumo y préstamos hipotecarios. Sus previsiones sitúan la morosidad en España de los bancos y cajas de ahorros entre el 4% y el 5% en dos años.
Esperemos que no se sigan cumpliendo las expectativas…

PEDRO VIDAL

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