lunes, 1 de diciembre de 2008

LA REFORMA DEL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL: UNA NECESIDAD URGENTE

Tras todo lo acontecido los pasados meses en lo relativo a la crisis financiera internacional y de los programas de rescate y de ayuda al sector financiero que de ella se derivaron, y que tomados con urgencia y rapidez hemos visto como sólo han servido para paliar o disminuir las consecuencias pero no le han dado solución al verdadero problema. El cual pasa por ser un problema nuevo y al que no nos habíamos enfrentado antes, la globalización de la economía y de sus consecuencias.
Actualmente toda acción financiera en un cualquier lugar pasa a afectar a todo el mundo por lo que debemos de procurar que lo que ha pasado no vuelva a repetirse o por lo menos con la misma intensidad. Puesto que el sistema es nuevo y con una dimensión internacional, debemos pues crear una regulación y unos sistemas de control y gestión adecuados.
En cuanto a la creación de una regulación nueva, pues es necesaria por la aparición de complejos y estructurados productos financieros que hasta ahora se negociaban continuamente en los mercados internacionales casi sin control y con cierto desconocimiento de su contenido, condiciones o riesgo que conllevaban. Es por ello que los productos financieros deben ser examinados antes de ponerse en el mercado. Para proceder a este análisis es imprescindible la creación de organismos de supervisión de carácter supranacional y con total independencia de los diferentes Estados o compañías bancarias. Unido a ello creo que habría que revisar el papel tanto del F.M.I. como del Banco Mundial pues deben de dejar de ser en ciertas ocasiones meros órganos de consulta y pasar a ser verdaderos órganos gestores y supervisores de todo lo referente a las finanzas internacionales en cooperación directa con los bancos centrales de los estados y con ello conseguir una fortaleza que pueda acabar con las pretensiones unitarias de algún país que con su actuación pueda poner en riesgo o causar graves consecuencias al resto.
Por lo que se refiere a las agencias de calificación de riesgos de los productos financieros, es uno de los temas más candentes de toda esta discusión, pues en realidad son culpables de parte de esta crisis pues en mi opinión no han sido del todo rectas en su labor o bien el ejercer su trabajo de forma aislada no es adecuado. Su hasta ahora buena imagen como garantes del grado de seguridad de los activos financieros ha quebrado pero tenemos que volver a levantarla pues estas agencias son básicas en los mercados aunque debemos cambiar ciertas cosas en ellas. Su mercado está dominado por tres agencias, lo que centraliza la actividad y hace más sencillo su control por lo que esta situación de monopolio en mi opinión es bueno que continúe así. Lo que ocurre es que estas agencias deben de pasar a estar sometidas a un control fuerte por parte de los organismos públicos bancarios internacionales de forma que éstos den garantías de la total independencia, claridad y seriedad de las decisiones que estas agencias emitan sobre los productos que se les presentan para su calificación.
Si una cosa está clara es que las cosa no pueden seguir como hasta ahora y que una economía global requiere de fuertes y consolidados organismos de control, supervisión y gestión internacionales que sean los verdaderos garantes de la seguridad que debe tener un sistema financiero.
MIGUEL ÁNGEL GUTIÉRREZ NOVOA

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