lunes, 1 de diciembre de 2008

TIEMPOS EXCEPCIONALES, ACCIONES EXCEPCIONALES

Es necesario hacer frente, cuanto antes, a la crisis financiera. La cumbre celebrada hace unos días en Washington por el G20 ha sentado las bases para paliar esta crisis que azota al mundo y que amenaza con transformarse en una debacle económica a escala planetaria.

La fecha clave es el 31 de marzo de 2009, antes de este día deberán estar adoptadas la mayor parte de las medidas. Estas medidas se dividen en cinco grandes paquetes, algunas de ellas de forma inmediata y el resto a medio plazo, para superar la difícil situación económica.

El primer paquete de medidas está dedicado a la transparencia, se quiere reforzar la transparencia de los mercados financieros y de los requerimientos a productos financieros complejos. Desvinculación de las remuneraciones de la toma excesiva de riesgos.
A medio plazo, reguladores y supervisores deben reforzar la calidad de los estándares de contabilidad.

El segundo paquete de medidas está destinado a la regulación, se pretende fortecer la regulación, la supervisión preventiva, la gestión del riesgo y asegurar que los mercados, agentes y productos estén regulados o sujetos a supervisión acorde a sus circunstancias.
El Fondo Monetario Internacional deberá promover recomendaciones sobre cómo evaluar y nivelar el capital bancario, la compensación a los ejecutivos y las prácticas de provisionamiento anticíclicas. Revisión global de los sistemas de regulación de las bancarrotas para evitar que éstas puedan arrastrar al resto del sistema y deben tomarse medidas para asegurar que las agencias de calificación de riesgos cumplen su función con los más altos estándares y sin conflictos de intereses.

El tercer paquete de medidas pretende la integridad, proteger la integridad de los mercados financieros mundiales, de inversores y consumidores, evitando conflictos de intereses, previniendo manipulaciones ilegales del mercado, actividades fraudulentas y protegiendo contra los riesgos ilícitos.
Los reguladores nacionales deben trabajar juntos para cooperar en un nivel regional e internacional. Los países deben compartir su información acerca de negocios domésticos y transfronterizos, así como revisar las reglas de conducta para proteger a mercados e inversores, especialmente contra la manipulación del mercado y el fraude.

El cuarto paquete de medidas se dedica a la cooperación, se busca un incremento de la cooperación y coordinación con todos los segmentos del mercado, incluyendo a los flujos de capital transfronterizos.
A 31 de marzo deben existir colegios de supervisores para las mayores instituciones financieras internacionales. Los mayores bancos trasnacionales deben ser supervisados regularmente por estos colegios de supervisores para tener constancia de sus actividades y los riesgos que afrontan .

El quinto paquete de medidas se destina a las instituciones, se insta a la reforma de las instituciones de Breton Woods para reforzar su legitimidad y efectividad. Se propone dar más voz a economías emergentes, en desarrollo y países pobres.
Los países emergentes deben estar representados en el Foro de Estabilización Financiera. Revisar y adecuar los recursos del FMI, Banco Mundial y otras instituciones financieras multilaterales de ayuda al desarrollo para que estén preparados cuando sean necesarios. Buscar modos para restaurar créditos a países emergentes y en desarrollo. A medio plazo, reforzar el papel del FMI como vigía de las políticas macrofinancieras.

Esta es una buena propuesta, o por lo menos un gran camino hacia la reforma del funcionamiento de los mercados financieros internacionales ahora sólo queda esperar los resultados de estas medidas y la esperanza de que lleguen más que sean adecuadas y nos ayuden a salir de esta crisis que ya parece interminable.

MARÍA TEJELO GUDIÑA

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