jueves, 11 de diciembre de 2008

SOBRE RETRIBUCIONES:

Al final, cuando se salga de esta maldita crisis, se sabrá cual ha sido la política económica correcta tal y como ha ocurrido en las ultimas crisis.
Sabemos que los bancos, por ser un sector estratégico, van a ser salvados en caso de otra catástrofe financiera como esta cosa que no van a gozar otros sectores económicas (por ej. Automovilístico). Algo meramente lógico, sino comenzaríamos una caída en picado hasta el fin del sistema económico actual. Esto es algo que saben muy bien sus directivos.
En esta crisis, los que quebraron no fueron los bancos pequeños, ya que corrieron menos riesgos, sino los gigantes financieros mundiales debido a sus incontrolables ansias de crecer a toda costa. Estos fueron los que provocaron la crisis financiera que asusta tanto, la cual indujo a la crisis económica actual.
Al menos hasta ahora, la mayoría de los altos directivos de gigantes bancos, propiedad de muchos, interés de pocos, se fijan sus propios salarios, tanto la parte fija como la variable. Además de una no pequeña indemnización en caso de despido para cuando las cosas vayan mal. Estos altos directivos de gigantes bancos tienen incentivos suficientes como para incrementar beneficios artificialmente (ya que sus salarios variables están ligados a la cuantía y/o al crecimiento de los mismos) a costa de provisionarse inadecuadamente o mediante instrumentos de ingeniería contable que impiden ver la realidad contable de la empresa.
Simplemente ellos aseguran que su contribución al valor añadido del banco es de X y se merecen, como honrados, buenos y fieles trabajadores, una proporción de X, es decir, de lo que ellos dicen que aportan.
Cuando las cosas vienen mal a ellos los ponen de patitas en la calle con una bonita jubilación por delante y eso que son los grandes “sufridores” de la crisis. ¡Que se lo digan a las familias de a pie! Tal y como dice Thomas Friedman “cuando no tienes riqueza acumulada y no tienes empleo, la tasa de paro no es del diez por cien, es del 100%”.
CONCLUSIÓN: Si el sector bancario va a ser salvado siempre que las cosas le vayan mal, sus directivos NO DEBERÍAN FIJARSE SU PROPIO SUELDO Y MENOS SU INDEMNIZACIÓN en caso de despido cuando lo hayan hecho mal tal y como se está haciendo como ahora. Deberían tener un límite salarial y fijarlo no sólo en función de los incrementos de beneficios sino también en función de la solvencia, hoy y futura, del banco. Parte de su salario de hoy debería ser remunerado en el futuro (mas tarde de cuando deje sus cargos en el banco). Asi si el directivo de turno la cagó no percibiría una parte del sueldo y si lo hizo bien pasará una buena jubilación con la paga que le debía el banco. Así, el incentivo para el banquero, tal y como ha sido siempre, es y será la supervivencia del banco.
SANTIAGO MORÁN MELLE

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