Cuanto bombo se le ha dado este mes a la famosa cumbre del G-20; cuantos ilusos tenían la esperanza de que en una reunión de los 22 países más industrializados se obtuviesen unas conclusiones convincentes para poner freno a esta recesión económica global. Ja, ja, ja…¡ Señores; esto no es tan fácil! Nos hemos quedado fríos con los resultados obtenidos en dicha cumbre; el darle tanta publicidad incluso nos lleva a la conclusión de que ha sido decepcionante (en línea con lo esperado). Personalmente creo que la cumbre se ha celebrado sólo para enviar un mensaje de tranquilidad. No se han tomado medidas concretas, pero sí se ha establecido una HOJA DE RUTA según la cual se tomarán medidas ( de tipo monetario y fiscal) para impulsar el crecimiento económico. Aunque son medidas catalogadas de positivas "no conviene exagerar la importancia de este acuerdo en materia fiscal ya que la mayoría de los países estaba ya tomando medidas en esa dirección y su eficacia y riesgos está aún por determinar".
Un aspecto positivo es que los países hayan acordado un calendario estricto para desarrollar los acuerdos (antes del 31 de marzo del próximo año deberían haberse puesto ya en marcha las medidas más destacadas).
Pero…¿ nos han dicho algo nuevo?, ¿ algún país ha aportado alguna medida novedosa e interesante? Creo que no. Se han destacado puntos concretos de actuación pero nada nuevo: La consolidación de la coordinación a nivel internacional en el establecimiento de medidas de apoyo (con reorientación desde el sector financiero al sector real), el establecimiento de un punto de partida para las reformas que requiere el sistema financiero, entre ellas la homogeneización de la regulación financiera y de las normas contables para fomentar la transparencia a nivel internacional, promover la transparencia en la actividad de las agencias de ráting, y plantear un papel de mayor protagonismo para FMI y Banco Mundial, reforzando su apoyo a las economías con mayores necesidades de financiación.
Todo muy bonito, pero, con plantear las medidas no nos dicen nada. Seguimos en la misma situación de incertidumbre que antes de celebrar la cumbre. Tantos esfuerzos puestos por salir en la foto para este resultado. Lo dicho, una pantomima de cumbre; una foto de políticos sonrientes y a seguir esperando.
Un aspecto positivo es que los países hayan acordado un calendario estricto para desarrollar los acuerdos (antes del 31 de marzo del próximo año deberían haberse puesto ya en marcha las medidas más destacadas).
Pero…¿ nos han dicho algo nuevo?, ¿ algún país ha aportado alguna medida novedosa e interesante? Creo que no. Se han destacado puntos concretos de actuación pero nada nuevo: La consolidación de la coordinación a nivel internacional en el establecimiento de medidas de apoyo (con reorientación desde el sector financiero al sector real), el establecimiento de un punto de partida para las reformas que requiere el sistema financiero, entre ellas la homogeneización de la regulación financiera y de las normas contables para fomentar la transparencia a nivel internacional, promover la transparencia en la actividad de las agencias de ráting, y plantear un papel de mayor protagonismo para FMI y Banco Mundial, reforzando su apoyo a las economías con mayores necesidades de financiación.
Todo muy bonito, pero, con plantear las medidas no nos dicen nada. Seguimos en la misma situación de incertidumbre que antes de celebrar la cumbre. Tantos esfuerzos puestos por salir en la foto para este resultado. Lo dicho, una pantomima de cumbre; una foto de políticos sonrientes y a seguir esperando.
DAVID MÉNDEZ
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