jueves, 4 de diciembre de 2008

Un nuevo problema para la crisis financiera: LA DEFLACIÓN

A la vez que docenas de países están teniendo problemas financieros, una nueva amenaza podría estar naciendo: la deflación; esto es, la posibilidad de que los productos se stockeen por la ausencia de compradores y los precios caigan gradualmente, sofocando a la inversión y empeorando el desempleo por muchos meses, o incluso años.

Hace apenas unos meses, los líderes mundiales estaban preocupados por el problema inverso, la inflación, en tanto los crecientes costos de petróleo y alimentos se filtraban a través de la economía global. Pero ahora parece que todo ha cambiado. Mientras la economía de EEUU sigue debilitándose, así como la de muchos países, la demanda de petróleo, hierro y otras commodities ha disminuido drásticamente, derrumbando los precios.

La nueva preocupación es que el fin de la escalada inflacionaria sea el comienzo de un largo proceso de alejamiento el que los consumidores pierdan su capacidad de compra y los precios de muchos productos caigan bruscamente. Eso llevaría a la reducción de la producción y a la aceleración de los despidos, extrayendo sueldos de la economía y debilitando la demanda de muchos productos y servicios.

El peligro de la deflación radica en la dificultad para encontrar un remedio. Una economía puede quedar atrapada por la deflación varios años (como es el caso de Japón en la década de los 90), incluso cuando las tasas de interés se contraen hasta cero. La caída de los precios reduce las oportunidades rentables, por lo que las firmas son reacias a invertir incluso cuando pueden endeudarse casi gratuitamente.

La mayoría de los economistas piensan que EEUU (que es dónde se originó esta crisis global) tiene las herramientas necesarias para eludir el impacto de la deflación. Habrá que esperar a ver que sucede, pero por el bien de todos esperemos que la deflación no nos golpee bruscamente porque podríamos tardar varios años en salir de ella.
LUCAS RIVAS

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