martes, 2 de diciembre de 2008

TIRITILLAS PARA UNA GRAN HERIDA

Recientemente se ha celebrado la tan nombrada Cumbre de Washington tras la cual se han anunciado que las cosas empiezan a cambiar en el gobierno mundial por haber nuevos actores que representan un mayor número de Estados y una mayor diversidad y por haberse planteado los problemas de otra forma y haberse establecido una agenda y un nuevo plan de acción.
Pero lo cierto es que las medidas adoptadas no son más que tiritas en la medida en que la crisis que se sufre a día de hoy es distinta de las recesiones sufridas en los últimos años. Recesiones que tienen lugar cuando la economía se recalienta y tras años de acelerado crecimiento, la inflación se acentúa y los bancos centrales suben los tipos de interés para provocar una desaceleración que se soluciona con una bajada de tipos que restablecen el equilibrio económico, sirviendo el sector financiero como mecanismo de transmisión de los impulsos de política económica, aumentando para luego reducir el coste del crédito.
Sin embargo esta crisis tiene su origen en las grandes pérdidas del sistema financiero y en la quiebra de confianza en el mercado crediticio, no siendo transmitidas a la economía real las bajadas de tipos de interés por lo que la política monetaria es poco efectiva.
Y esta es la línea que está siendo seguida por todos los gobiernos del mundo que hacen lo que pueden para evitar la fatídica combinación entre el desplome de la actividad, el frenazo del consumo y una restricción del crédito y caídas de precios.
Medidas a las que se comprometían los líderes del G-20 el 15 de Noviembre a pesar que esta masiva movilización de los recursos disponibles se traduce en una vuelta a los déficit públicos, un incremento en las emisiones de deuda de los Estados y la puesta en marcha de políticas hasta ahora consideradas heterodoxas y que suponen una financiación con dinero del contribuyente.
En lo que respeta a España, seguir las pistas a las actuaciones del Gobierno contra las crisis no es fácil. Intervención que en un principio se centro en facilitar la financiación del sector privado, bonificando los tipos de interés, alargando los plazos de préstamos y avalando operaciones de endeudamiento y que en la actualidad está centrada en una intervención directa con la finalidad de reactivar la economía como es por ejemplo el plan extraordinario de inversiones para inyectar en el sector privado una cifra equivalente al 1.2% del PIB.
Gobierno español que ha recopilado todas las medidas elaboradas en el llamado “Plan español para el estimulo de la economía y el empleo” que aglutina toda una serie de ayudas para las familias, las empresas, para fomentar el empleo y de apoyo a la banca.
Por lo que de momento tanto a nivel nacional como internacional se están intentando tapar aguajeros con parches que dejan al descubierto otros diferentes.

Rebecca T. Vilariño

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