miércoles, 10 de junio de 2009

EL YIN-YANG HIPOTECARIO

Mucho ha cambiado el mercado hipotecario desde el 2007 hasta hoy. A la vista de las últimas cifras publicadas por el INE, la contratación de préstamos sobre viviendas ha caído un 32,4% siendo su importe medio un 6,2% más barato. Sin embargo, sirva como dato, que las hipotecas continúan referenciándose mayoritariamente a tipos variables.
La subida de tipos durante el año 2008, el crecimiento del paro y la expectativa de un empeoramiento en la coyuntura económica a corto y medio plazo, han echado abajo las previsiones de un año en el que la vivienda seguiría abaratándose y el crédito se moderaría. Sin embargo, la incertidumbre es tal que la mayoría de las variables se han dado la vuelta de forma drástica y ahora lo que ocurre es que nadie se atreve a hacer predicciones de cuánto durará esta crisis.
Si tomamos como dato todas las fincas hipotecadas, rústicas y urbanas, en 2008 el nivel de contratación ha supuesto un 27,4% menos, lo que indica un descenso significativo de este tipo de préstamos respecto a lo ocurrido en 2007. Los créditos para adquisición de vivienda han sufrido un desplome aún mayor, con una caída del 32,4%. Ya el mercado marcaba indicios de agotamiento durante el pasado año, pero aun así, los descensos en la suscripción de hipotecas suponían apenas el 5%.
Otra de variable que refleja el brusco cambio del mercado es el capital prestado por las entidades financieras para la contratación de préstamos. En 2007 aún cerró con crecimientos del 2%, el pasado año el capital prestado total se hundió un 30,8%.
Ese fortísimo retroceso es reflejo de la moderación que registraron el año pasado los precios de las casas y, por tanto, el importe medio de los préstamos. Tomando como fuente al INE, la media del importe hipotecario para la compra de una vivienda, se situaba el pasado 2008 en casi 140.000€, lo que supone un 6,2% menos que el año anterior 2007, instante en el que opuestamente lo importes crecían el igual proporción.
La capacidad de endeudamiento de los hogares ha disminuido, por lo que cada vez son menos las hipotecas que se contratan, siendo a su vez solicitadas por un importe inferior. Bien es cierto que la tendencia a pedir tipos variables no ha cambiado en favor de la estabilidad de los tipos fijos, lo que en gran medida viene condicionado por el alto precio que supone someterse a estos últimos. Es más, tras el cambio de condiciones, el porcentaje de préstamos a tipo fijo se redujo sensiblemente, desde un 6,4% al 2,4% del total.
De todas formas, los plazos de amortización apenas variaron. La media fue de 24 años, dos menos que el promedio de 2007. Si miramos el número de cancelaciones hipotecarias, indicador del cambio de mercado, observamos que este último año ha supuesto un 21,9% menos de cancelaciones que en 2007. Esto es ni más ni menos que por el descenso en la compraventa de inmuebles. La mayor parte de las transacciones que se realizan cada año son de familias que compran una vivienda, pero al mismo tiempo venden otra, cuya hipoteca cancelan cuando el comprador les reembolsa el precio acordado.
Pongamos los puntos sobre las “ies”, si ustedes por ejemplo van a un banco y piden una hipoteca, antes se la ofrecían incluso al 120% incluyendo gastos, aún cuando se trataba de clientes con contrato eventual; sin embargo, actualmente el valor de las hipotecas que conceden los bancos no sobrepasan el 80% de la tasación, y ello para clientes más que solventes: funcionarios, farmacéuticos, empleados del Corte Inglés y Mercadona ect. Por lo tanto la cosa no está mal, está peor! En un entorno donde las condiciones económicas del individuo cambian de la noche a la mañana, del blanco al negro más oscuro, el resultado más inmediato es una ruptura y quiebra económica completa que está empezando ahora a adentrarse en la economía real.
Las alternativas son claras, al menos para ir moviéndose. Es necesario implantar una “Red de Banca Pública-ICO”, reformar el plan de Viviendas para crear un “Cheque Vivienda” en condiciones de V.P.O, que los ciudadanos puedan elegir en el stock, de viviendas a los mejores precios y con financiación especial al 100%,para vivienda habitual, y por supuesto controlar los intereses y las cuotas, para que se puedan modificar.
En último recurso, siempre nos puede quedar la pura “conveniencia hipotecaria” que con se ve plasma perfectamente el siguiente video.


FELIPE ABAD ABAD

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