martes, 2 de junio de 2009

LA SITUACIÓN DEL MERCADO HIPOTECARIO

A estas alturas ya no es nada novedoso pronunciar la palabra crisis. Es algo que está en boca de todos y de lo que todos opinamos. Indicadores como el PIB de los países, los tipos de interés, la tasa de desempleo y la inflación, entre otros, nos confirman que la economía sigue yendo mal. La situación del mercado hipotecario no es una excepción.
En España la situación actual del mercado hipotecario está mal. De hecho, el número de hipotecas que se están concediendo están bajando de forma drástica. Ello es provocado, en parte, por el alto grado de morosidad que existe en estos momentos. Llegará al 2% a finales de este año y seguirá creciendo a un ritmo mayor que el resto de Europa.
Por su parte, el BCE ha intentado estimular la demanda de este mercado en problemas. Para ello ha bajado los tipos de interés. Desde octubre de 2008 ha desencadenado tres bajadas consecutivas. En este mes de mayo se ha producido la última, pasando del 1,25% al 1% actual, descendido un cuarto de punto. Es por ello que hasta que no comenzaron a disminuir los tipos de interés hizo que se complicasen el pago de los préstamos.
Esta medida, junto con las subrogaciones, ha ayudado a que aunque se estén realizando menos hipotecas que hace un año, si lo comparamos con hace unos meses, se están incrementando algo. Así nos lo reflejan los datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al mes de marzo, donde se indica que los préstamos hipotecarios se han incrementado un 25,5% más que 12 meses antes y un 1,2% más que en febrero del presente año. Por lo tanto, podemos ver una pequeña luz (aunque sea pequeña) al final del camino en este mercado.
El gobierno también ha intentado respaldarlo. Por eso el 24 de abril el Consejo de ministros ha aprobado un Real Decreto de reforma del mercado hipotecario en el que se pretenden mejoras de los mecanismos de financiación por parte de las entidades de crédito.
Las principales normas que lo regulaban eran de hace más de veinte años, por lo que habían quedado obsoletas. Además de que fueron realizadas viviendo una situación económica nada parecida a la actual, por lo que eran necesarios ciertos retoques para adaptarse a la nueva situación del sector bancario español y comunitario, a los nuevos productos de concesión de crédito y, por parte de los mercados de capitales internacionales, a las demandas de mayor flexibilidad.
Como principales novedades está la ampliación de préstamos y créditos que resultan elegibles, puesto que se modifican los requisitos que deben de cumplir. También está el aumento de posibilidades para acceder al crédito, lo que implica una bajada de los tipos de los préstamos hipotecarios. Y además aquellos ciudadanos que quieran cambiar de entidad debido al ofrecimiento de mejores condiciones, pueden hacerlo.
Por lo tanto, con el nuevo marco regulador de esta ley se pretende que se recupere la competencia en cuanto a las emisiones a nivel estatal, así como la confianza perdida por parte de los inversores. Además, puede ser el inicio de un largo camino para que el mercado hipotecario vuelva a recuperarse tras su largo declive. Se espera que recuperen la normalidad perdida.

LETICIA VÁZQUEZ

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